Según Bernard Aucouturier (2004), existen juegos universales que ocurren en la infancia, los cuales los divide en dos grupos:
1. Juegos simbólicos de aseguración profunda
2. Juegos simbólicos de aseguración superficial
Juegos Simbólicos de Aseguración profunda
Son
juegos que aseguran frente a la angustia, donde el niño se reasegura
frente a sus miedos, Uno de ellos puede ser el temor a la pérdida de su
madre o a ser destruido. Se dan más o menos desde los 6 u 8 meses hasta
los tres años, pudiendo prolongarse mucho más.
Cuando estos juegos puedan vivirse sin culpa y con placer, regulando las emociones, cumplen su función de
reaseguradores y son necesarios hasta los 3 o 4 años, pero si se vive
con culpa y con displacer, la necesidad continuará hasta mayores.
Estos juegos son:
- Jugar a destruir
Es
necesario que el niño pueda jugar a destruir dentro de un contexto
claro y seguro, donde no se le culpe, comprendiendo que es necesario que
lo haga dentro de su proceso de desarrollo para sentirse más seguro.
Luego de destruir está el de construir con ayuda del adulto, luego esto permite que el niño se comunique, cree y entonces se descentre.
- Jugar al placer sensoriomotor
Cuando
el niño juega a saltar, correr, treparse, arrastrarse…. Se siente
seguro ya que se llena de la ilusión de poder hacer muchas proezas por
sí mismo. Esto lo llena de placer y le otorga la tranquilidad sobre sus
habilidades y destrezas.
Esta experiencia sensoriomotora, lo unifica y le otorga integridad dentro de sus procesos psicológicos.
Siempre
es importante que el espacio donde se explore sea seguro, cómodo y
placentero, donde el adulto que acompañe transmita seguridad y libertad,
más no ansiedad o nerviosismo ante las destrezas de los niños.
- Jugar a envolverse
La envoltura se da de muchos modos, desde que el bebé es bañado por la mamá, es acogido en brazos y acunado, desde que lo
envolvemos con nuestro amor y cuidado…todo esto se va reactualizando en
los juegos, por ejemplo: cuando el niño se envuelve con las telas o
cuando se envuelve en los brazos de la maestra o los de un compañero.
En la medida que un pequeño necesita o pide mucho jugar a envolverse es porque de pronto sus primeras experiencias de ENVOLTURA, no han sido suficientes o no han sido placenteras.
- Jugar a esconderse
Esconderse para ser encontrado y reconocido. Este juego es muy importante y simbólico ya que trabaja la ausencia en la búsqueda y la permanencia en el encuentro.
Cuando los niños lo piden es porque tienen la necesidad de trabajar estos temas que de pronto no se han resuelto.
Por ejemplo, en niños que les es difícil la separación, es un juego importante y necesario.
- Jugar a ser perseguido
Este
juego es un medio, donde el niño se asegura frente a la angustia de ser
perseguido por el exterior dominante (que podemos simbolizarlo en una
madre abrumadora o invasiva)
El
jugarlo atenúa este miedo y ayuda a que el niño encuentro otras vías de
expresión. Cuando el niño cambia de lugar y es él quien juega a
perseguir, es cuando ya asumió la dificultad y está más tranquilo.
- Jugar a identificarse con el agresor
A continuación del juego anterior, cuando el niño puede jugar a perseguir, puede jugar a ser el lobo, vampiro, bruja, ogro…
Con
el juego del agresor se desdramatiza el miedo a ser agredido, la
inversión de roles hace posible que el niño se distancie de la angustia,
y se hace más fuerte y seguro.
- Jugar a llenar y vaciar, reunir y separar
Juegos
que se dan en la mayoría de veces en los más pequeños. Si bien no están
cargados de mucha emoción representan las vivencias de los niños. Por
ejemplo: Cuando se llenan de muchas “cosas u objetos” de manera casi obsesiva, podemos pensar en su necesidad de “llenarse”.
Juegos Simbólicos de aseguración superficial
Después
de vivir los juegos de aseguración profunda, progresivamente, los niños
van pasando a los juegos de aseguración superficial. Estos juegos son
también importantes en la medida que permiten a los niños vivir sus
experiencias con una mayor distancia, sin dejar de estar conectados.
Los juegos de aseguración superficial, asegura a los niños frente al miedo o angustia a la castración (simbólica) y a la angustia del objeto madre. Estos juegos son:
- Jugar a identificarse, a “hacer como sí…”
Tienen la función de proteger la personalidad de la posible angustia de “ser uno mismo”
El
juego simbólico de “hacer cómo sí…” permite expresar sin temor y tiene
un efecto catártico que permite transformar la realidad exterior, de
acuerdo a sus fantasías y necesidades.
Pueden
jugar a ser papás, mamás, a cocinar a ser bebés, personajes de la tv….a
través de estos roles expresan emociones, afectos, necesidades y es el
adulto quien recoge estas experiencias con mucho respeto y cuidado, sin
intervenir o influir en sus juegos pero si conteniéndolos y
comprendiéndolos.
Los
temas que pueden salir, muchas veces son censurados por el exterior,
por eso se atreven a jugarlos, sabiendo que están en un espacio de juego
y de placer. Por ejemplo: Temas sexuales o de pareja, que muchas veces
son censurados y es en este espacio donde pueden expresarlos. Aquí el
adulto debe estar tranquilo y contener estas necesidades, sin culparlos o
decirles “eso no se hace o no se dice”, pero si más bien recogiendo sus
emociones. Ejemplo: Veo que estás un poco confuso o molesto, no te
preocupes que Yo te ayudaré a estar mejor…
Cuando los juegos suelen repetirse y se va resolviendo la necesidad o dificultad, es
un proceso progresivo y beneficioso para el infante, pero si la
repetición es compulsiva, desmedida y sin evolución, nos da síntomas de
una dificultad mayor en el infante.
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